lunes, 23 de julio de 2018

LEO Y "MECHAS"

Vi uno de esos videos de watsapp que se llaman Mad Lips, unos videos en los que doblan la voz de personajes, de escenas, de animales, de bebés, con efecto es hilarante.

El video es de dos leones en un zoológico. Hay un lago.
Uno de ellos va en dirección hacia otro y le dice:
–Vení ome Leo (porque hablan en “medellinense”), seguime te digo una cosa...
El otro león lo sigue.
Le empieza a decir:
–Ome es que estoy preocupado, la gente dice que soy como (sic) agüevao… en ese preciso momento da un mal paso y cae al agua mientras dice (sic) ¡Ay marica!...
El otro dice ¡Ah! este parece como enmariguanado… ¿te ayudo a salir?
–No, –dice el otro–. Yo es quería aprovechar para darme una ducha.

Obviamente contado no es lo mismo que visto. El efecto cómico de una escena en la que un león se cae al agua, puesto en clave de antioqueño o de “paisa”…
Hay que ver el video. El tema es lo que produce.

Es imposible sostener una actitud neurótica mientras se ríe. La risa es como un terremoto, un temblor que sacude la rigidez. Lo que estaba rígido se flexibiliza. Suponga que hay un lugar en el que todo está rígido y quieto. Llega un temblor que mueve todo pero no lo tumba… un temblor que organiza las cosas que se han quedado rígidas.

La risa es como un temblor que nos recuerda nuestro centro, quienes somos en realidad, cuál es la justa medida de las cosas. La risa nos devuelve la esperanza porque nos hace ver la vida llevadera; nos hace pensar que no todo es tan difícil. Un temblor que lo revuelca todo, pero un temblor amable, paradójico, que en lugar de desorganizar las cosas las organiza, que las armoniza, eso es la risa.

¿La risa cambia algo o no cambia nada? Esta es una pregunta como las que usan los monjes budistas para meditar, una pregunta como un koan. Intentemos las dos vías: cambia algo, sin duda; cambia, de manera momentánea el estado mental; se mueve de la rigidez a la flexibilidad.

La risa nos devuelve al lugar en donde nuestras emociones y nuestros sentimientos están en equilibrio, con la balanza un poquito cargada hacia el optimismo, hacia la alegría, hacia la buena disposición.

La risa es, como casi todo en este mundo, un milagro y un misterio. Yo no puedo predecir con certeza cuando me voy a reír. La risa es nos toma a veces por sorpresa, cuando no la esperamos, eso no podemos controlarlo. Pero hay formas de disponerse hacia la risa, de aumentar la probabilidad de reírnos: ir a espectáculos, conversar –la buena conversación suele generar siempre, en algún momento, la risa–. Y podemos ensayar la risa. Reírnos a voluntad, como cuando cantamos

La risa nos revuelca y nos reintegra la esperanza, esa mirada equilibrada de la vida que tiende hacia la posibilidad, que nos muestra que nuestros temores no son tan graves. La risa es una revolución que vuelve a poner todo en orden.

SUPONGAMOS

Supongamos que usted en el momento en que lee esto se encuentra… ¿Cómo se encuentra? ¿Sí se ha sacado el rato para ver cómo está?, cómo está...