jueves, 24 de enero de 2013


…niños que no vacilan un ápice, ni que mencionar una fracción brevísima de una milésima de segundo, en reírse en la forma más vil y canallesca de todo aquel que interferido su paso por un elemento ajeno a la normalidad del trayecto tiene la desgracia de abatirse sobre la tierra…

… los niños viven el llamado del instinto puro y salvaje, instinto que los sume en la hilaridad convulsiva y procaz ante el hecho de ver caer una persona sustentando su grotesca figura en levitación inesperada…

…se reirán en esa forma sana y canallesca en que lo hacen, echando hacia atrás la cabeza, inclinándose hacia la izquierda, apoyando todo el peso del cuerpo sobre una pierna sin despegar la punta del otro pie del suelo. Tomándose con una mano el casi siempre delantal blanco y con la otra sosteniendo el portafolios hinchado y anónimo. Más que riendo gritando. 


ROBERTO FONTANARROSA
FRAGMENTOS POR QUÉ LOS NIÑOS VAN AL CIRCO 

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